No. 83. Lúdica y aprendizaje

Hace muchas décadas se revaluó eso de que “la letra con sangre

entra”.  Esa visión de la educación como un proceso que exige

dolor, sufrimientos, sacrificios y lágrimas ya no está en el

imaginario del saber experto, al menos en la cultura occidental.

Los nuevos métodos pedagógicos han propugnado por promover nuevas

maneras de enseñar y de aprender. Las tendencias son numerosas y variadas.

Sin embargo, hay una en la cual hay consenso y en la que han enfatizado

precursores tan importantes como Piaget y Huizinga y parte de que el

aprendizaje debe ser un acto placentero asociado al juego como manera de

motivar el conocimiento de una manera agradable, creadora, entretenida

y motivante. Para algunos, jugar por jugar, sin un criterio utilitarista, es

suficiente para ayudar a formar mentes creativas y felices; para otros, algo más

pragmáticos, el aspecto lúdico debe estar encaminado hacia un objetivo y para

lograrlo es necesario estructurar espacios, normas y procedimientos. Todos

están de acuerdo con que el espectro lúdico debe promoverse y practicarse

desde edades tempranas. Incluso, los pediatras aconsejan que la madre debe

iniciar su relación vital con su hijo desde el juego. En la educación familiar y

escolar, se sabe que lo que el niño recibe en estas épocas tempranas es el

punto de partida para su consolidación como sujeto social que se comunica,

participa, llega a acuerdos, se integra a su entorno, coopera, se expresa de

manera libre, acopia conocimientos y discierne acerca de ellos. Por ello, el juego

es una actividad fundamental para que el niño escolarizado o no se desarrolle

en todos sus aspectos esenciales: físico, psicológico y social. El niño debe jugar

no sólo para obtener placer y entretenimiento, sino además para aprender,

sentir y comprender el mundo en el que le tocó vivir y actuar. En tiempos no

tan remotos, la noción de juego hacía referencia sobre todo a movimiento, a

actividad física, a socialización, pero hoy, en la era de la tecnología, esta noción

se está desdibujando, porque con los nuevos instrumentos éste muchas veces

se vuelve solitario, mental y no tan proclive a permitir el relacionamiento. Así

que el trabajo en el aula debe promover el juego al aire libre, aunque sin olvidar

las múltiples posibilidades que existen: desde los tradicionales como los juegos

de mesa, hasta los retos que involucran a la tecnología. En el escenario de la

pedagogía, en especial en campos como los de las matemáticas, la física y la

química, enseñar mediante juegos temáticas complejas es esencial para que los

niños desarrollen sus destrezas y manejen un lenguaje especializado. Los juegos

funcionales ayudan a que el estudiante gane en coordinación psicomotriz,

desarrollo sensorial y perceptivo, ubicación espacio-temporal. Los niños y

adolescentes se sienten muy atraídos y motivados por el juego, hecho que el

docente debe aprovechar para alcanzar un exitoso proceso de enseñanza en

el aula. Eso sí, sin olvidar crear un clima propicio para que sus educandos se

expresen de manera autónoma, libre y espontánea, de manera que descubran,

indaguen y encuentren soluciones y novedades. Así el aprendizaje será más

significativo y se evitarán traumas, dramas y padecimientos innecesarios

Agradecemos en este número la colaboración de la Corporación Juego y

Niñez.

ISSN
1692405383
Revista N°
83
Número de Páginas
80
Año
Tema
Tipo de Publicación
Revistas
Mes
Adjuntos de La Publicación
Bandera
Contenido
Editorial
Entrevista con Alexander Rubio. Por Sandra Ordoñez
Juguetes: Una manifestación cultural. Mercé Castaño
¿Escuela o actividad lúdica? Patricia Sarlé
El juego y la educación. Domingo Araya
Gamificación Vs Ludictadura. Flavio Escribano
Los juegos en los adultos. Néstor Daniel Sánchez
Matemáticas en desafíos y juegos tradicionales. Candelaria Gonzalez y otros
Juegos por la convivencia, la paz y los entornos protectores. Ehiduara Castaño Marín
Entrevista con Michel Van Langendonckt. Por: Sandra Patricia Ordóñez Castro
Conclusiones Séptimo Encuentro de ASODIC
Saber pedagógico, práctica pedagógica y formación docente. Miguel Rodrigo Martínez Vergara
La lectura inferencial una ventana hacia la lectura crítica. Nubia Africano, Janneth Quintana
Mejorar la práctica profesional. Charly Ryan, Glòria Jové, Mireia Farrero
La Red Chisua y la investigación/experiencia: un tejido de pensamientos, gentes y relatos. Andrés Castiblanco Roldán y otros